domingo, 7 de agosto de 2011

El pueblo pide justicia social



Poco he visto en los medios de comunicación hispanos sobre las protestas y manifestaciones que por estos días sacuden a este país a todos los niveles posibles, aunque hasta ahora ha tomado una fuerza inpredecible. Al parecer Israel no se quiere quedar atrás -a su manera- de la ola revolucionaria que brotó en medio oriente reclamando libertad.

En este caso, la consigna es otra, no se trata de la lucha contra ningún regimen, se trata de la sociedad entera alzando la voz por unas condiciones económicas y sociales coherentes y humanas, sin tener que convertirse en un esclavo moderno para intentar alcanzar al menos pagar tu arriendo, por que ni para soñar con comprar una casa alcanza.

Todo comenzó con la iniciativa de una joven estudiante universitaria luego de que repentinamente el dueño del apartamento compartido donde vivía le aumentara el 50% del arriendo. El 50%!! Cuál fue su reacción? Armar una carpa en Rotschild, una de las más populares y "bien vistas" avenidas de Tel Aviv, y convocar por el mágico facebook a que todo aquel inconforme por los altos precios de arriendos y propiedades se uniera a su causa. En un par de días la avenida comenzó a llenarse de más y más carpas, pancartas, salas improvisadas con muebles recogidos en las calles, reunión de estudiantes, jóvenes, empleados, desempleados, homeless, ciudadanos que ya habían perdido la esperanza de que algo se pudiera hacer contra los absurdos precios de un alquiler en esta ciudad. La avenida Rotschild se ha convertido en un extenso campamento de manifestantes dispuestos a quedarse ahí bajo el sol inclemente del verano hasta encontrar una solución, y cientos de carpas ya se pusieron a lo largo de todo el país.


Fotos  Haharetz
Pero la cosa no se quedó en las carpas y los altos costos de arriendo, como un virus la inconformidad salió a flote por el aire y contagió a todos los ciudadanos despertando en cada uno la sed de lograr un equilibrio social y económico urgente. Marcha de las madres con sus coches de bebe por la carestía de los productos y jardines infantiles. Marcha de los medicos por las precarias condiciones de trabajo y los bajos salarios. Marcha de los taxistas por lo que sea que no les funciona bien en su oficio. Marcha de todos los sectores sociales comprometidos en una búsqueda de mejores condiciones de vida.


Poco a poco las fuerzas se fueron sumando y el resultado es increible. En los últimos tres sábados se han congregado todos los que protestan en grandes manifestaciones. La de ayer fue una marcha sin precedentes en este país, cerca de 400mil personas (de un total de 7millones de habitantes), en todas las ciudades salieron a las calles para reclamar y exigir un cambio profundo en el orden social de Israel. Gente de todas las edades, de todos los estratos, de todas las proveniencias unidos en una misma voz.

Para mi fue realmente conmovedor presenciar la capacidad de la masa para movilizar tanta energía y demostrar que si las personas se ponen de acuerdo los gobernantes no podrán continuar como si nada pasara tomando decisiones de puertas para adentro e ignorando al ciudadano quien realmente goza o padece las medidas dictadas por los líderes.

Todavía es incierto el curso que esta revolución pueda tomar y al parecer entre tantas exigencias el foco se puede fácilmente perder, pero ser testigo de la fuerza y la iniciativa de una multitud para intentar cambiar su realidad es para mi ya plenamente esperanzador.

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