lunes, 5 de enero de 2009

En contra

Es como si de repente estuviera conociendo la "otra" cara de vivir en Israel, esa que hasta ahora no era más que fama y que en nada concordaba con lo que había vivido aquí. El país que nació entre conflictos y que, a pesar de las treguas y los períodos de calma, se mantiene latente en la amenaza de volcarse contra su enemigo o de que aquel se vuelque contra el. ¿Enemigo? que palabra tan disonante a mis oídos, que incapacidad la mía de comprender su significado, que ignorancia del sentimiento de tener un enemigo. Yo experimento una profunda tristeza al ver las consecuencias de los ataques realizados en Gaza, de los niños que mueren, de los civiles que inevitablemente caen, del dolor de las madres, del terror de la gente. No puedo imaginar qué debe sentirse saber que están cayendo bombas desde el cielo y que todo alrededor se destruye con la rapidez de un trueno. Tal vez por mi desconocimiento o por mi naturaleza no puedo desde ningún punto de vista aceptar lo que está sucediendo, pero tampoco pienso que Palestina es "el pobrecito" de la historia. Hamas es un grupo fundamentalista, extremista, que no representa los intereses de Palestina pero que a pesar de esto los gobierna porque paradójicamente el mismo pueblo los eligió. Hamas no aboga por el establecimiento de un país llamado Palestina que comparta límites con Israel, sino por la exterminación de Israel y la implantación de un Estado absolutista regido por el Islam. Y si en medio de todo esto hay al menos una intención rescatable de Israel es que no está dentro de sus objetivos "desaparecer" a Palestina, sino combatir a Hamas. Lamentablemente en Gaza uno y otro terminan siendo casi lo mismo porque Hamas tiene localizados sus centros de operaciones, túneles y bodegas de armamentos en zonas residenciales.

El sábado en la noche estábamos en la casa de la abuela de Ayal y después de la comida veíamos las noticias sobre el avance de la guerra. En un momento mostraron las imágenes de las numerosas protestas que hay en el mundo contra los ataques israelíes, y una de ellas era en Colombia!! Mostraron la marcha que hubo en Bogotá y hasta una pronunciación de un representante palestino. Y yo, que hasta ahora permanecía en silencio, dije: Ay! eso es en Colombia. Cuando terminó la nota, la mamá de Ayal me dijo: María, por qué ellos no entienden que nosotros no somos los malos. Y antes de que yo craneara mi respuesta Ayal se adelantó a decir: ella tampoco entiende. Mi argumento fue: yo lo entiendo, pero hay algo que no acepto, me parece que la respuesta de Israel es desproporcionada en comparación a lo que ha sufrido por cuenta de los ataques de Hamas, y más que eso se trata simplemente de mi oposición declarada a la violencia, a la guerra, a la destrucción de los hombres entre sí. Aquí, el hermano de Ayal hizo una cara como de "pobre niña ilusa que no sabe en verdad lo que dice, porque el mundo es una cosa completamente opuesta a esta ideología" (bueno, esa fue mi interpretación de su gesto). Entonces la mama intervino: permíteme que te explique algo.

Me dispuse pues a escuchar con oídos limpios los argumentos de esta mujer (que sin lugar a dudas es de tendencia derechista) y a tratar de complementar mi información para tener más elementos que fundamenten mi posición. De todas las cosas que me dijo una sobre todo me dejó pensando. Durante los últimos años Hamas ha lanzado desde Gaza incontables cohetes que han causado muertos, heridos y daños en las ciudades del sur del país. Obviamente, es un ataque más a cuenta gotas, por decirlo de alguna manera, menos llamativo internacionalmente y con menos afectados, por supuesto. Pero de cualquier forma es una situación que un gobierno, que se supone debe asegurar el bienestar de sus ciudadanos, no puede soportar sin límite. Ella me dijo: ponte a pensar que un país vecino lanza ataques permanentes contra Colombia y mantiene azotada esta región con cohetes tras cohetes. Seguro estarías de acuerdo con que el gobierno de Colombia hiciera algo porque ya no es posible soportar tanto. Si se intentaron los diálogos y las treguas y estos no trajeron como resultado el cese de "la jodita con los cohetes" entonces no hay de otra que "atacar para defenderse".

Lo que me hizo pensar es que en efecto hay razones valederas para que Israel quiera defenderse, pero eso no me convence de que el medio que utiliza sea el mas idóneo. Primero, por razones humanitarias y segundo, porque, aunque yo no sé nada de estrategia, creo que esta avanzada militar no conduce en realidad al aseguramiento del bienestar de los ciudadanos, sino a incrementar el odio de los palestinos hacia los israelíes y tras el odio vendrán las retaliaciones y tras las retaliaciones vendrán los ataques de Israel para defenderse, y así, como una serpiente que se muerde la cola.

La conversación en la casa de la abuela estuvo agitadísima, pasional, alzadita de tono. Unos contra otros exponiendo sus opiniones, y yo, viendo como hierve la sangre cuando los protagonistas son los que hablan sobre su historia. Me imaginaba sosteniendo una discusión sobre la guerrilla, los paramilitares o la corrupción en Colombia y sintiéndome tan dolida por estos males que pudren mi país, y por lo tanto enérgica y emocionada defendiendo mi posición. En este caso, el del conflicto Israel - Palestina no es tan fácil exponer ante otros mi parecer porque evidentemente hay muchos baches en mi información que me impiden ver la otra cara de la moneda y que solo últimamente escuchando a algunas personas me voy enterando. En el mundo hay mucha ignorancia sobre lo que pasa aquí, así como cuando los izquierdistas de Dinamarca salen a defender a capa y espada a las FARC sin haber vivido ellos en carne propia las nefastas acciones de su defendido grupo. A pesar de mi ignorancia yo sigo firme en mi actitud de rechazo a la guerra y en mi pesar por las víctimas de ambos lados. A lo mejor lo que tomo del gesto del hermano de Ayal es correcto y mi ideología es una utopía que no representa utilidad ni se ajusta a los aconteceres del mundo. Desde tiempos de los que ya no queda registro, la violencia, la guerra, la conquista del otro y de sus territorios han marcado las rutas de la historia, no es nada nuevo ni sorprendente que todavía el hombre siga operando bajo los mismos esquemas....pero aun así, como me duele....

2 comentarios:

  1. Hola Maru!!...
    Que buena historia nos traes hoy!... de verdad que debe ser duro sopesar posiciones ideológicas, y más cuando expresas que hay poca información por confrontar... pero ánimo!... y enhorabuena, espero sigas publicando!

    un abrazo!.

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  2. gracias, tu historia me permite ver mas alla de los noticieros, sólo dos cosas: mi abuela dice que cuando se esta de visita en una casa, uno nunca debe hablar de nada de su dueña, excepto cosas buenas, lo segundo, despues de 50 años de guerra en Colombia, sólo a un estudioso se le puede aprobar opinar sobre nuestra historia, el reisgo que se corre de desinformación es muy alto.

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