jueves, 29 de enero de 2009

Repitiéndome


La perspectiva del futuro es borrosa e impalpable. Me figuro tantos destinos como sean posibles, traídos de la mano del azar o encaminada hacia ellos por la determinación inequívoca de mis elecciones. Hacer de la vida lo que se puede, acaso lo que se quiere, mejor aun lo que se desea. Transfigurarse en seres mutables que no tienen permanencia de tiempo ni lugar, flotar en la espera sin que agobie el avance mudo de un minutero...ser.

Demasiados afanes acosan el transcurso y en ellos sumidos los hombres avanzamos ciegos de la prisa incomprensible de llegar a no sé donde. Y para qué? La muerte es la frontera compartida que sin duda atravesaremos tarde o temprano sin la salvación de ningún dios exclusivo. Y no me refiero entonces a habitar en la inercia ni excusarse en la muerte para no realizar. Me refiero a encantarse con la simplicidad y darle su ahora al ahora.

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