jueves, 4 de junio de 2009

Simulacro

(de nuevo sin tildes)

A las 11 de la manana se escucho la sirena por todo el pais. Un sonido aturdidor, estremecedor, aterrador. Estaba sobreaviso y sabia que se trataba de un ejercicio, pero no por eso me senti tranquila. No pude evitar pensar en la posibilidad de que fuera una alarma real.

Yo estoy familiarizada con los simulacros para evacuaciones, terremotos, inundaciones, o que se yo, desastres naturales. Pero no para guerras, bombardeos o ataques nucleares. Para todos aqui es un procedimiento de rutina y la mayoria ni se da cuenta que suena una atemorizante sirena en las calles. El ejercicio consiste en verificar en que lugares no se escucha la alarma y asegurarse de que todos los ciudadanos, desde su residencia o lugar de trabajo, conocen y tienen al alcance una habitacion segura donde resguardarse en caso de emergencia. Yo aprendi entonces que en el edificio de al lado de la tienda donde trabajo y en un local en la misma calle, hay un bunker subterraneo al que puedo llegar. Lo digo y no lo creo.

La sirena se enmudece, todos retoman su rutina, los ruidos de la calle se apoderan nuevamente del silencio y la vida continua en Tel Aviv, una ciudad llena de paradojas donde todo transcurre tan tranquilamente que no parece haber ninguna senal que indique que este pais se encuentra en el centro del huracan.

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